La educación, partiendo desde casa, es la base para alcanzar el desarrollo integral de la sociedad, expresó Guadalupe Salgado, aspirante a la diputación local por el Distrito XIII, Zitácuaro, quien agregó que se debe acabar con el cacicazgo que abre las oportunidades a unos apellidos y las cierra a los habitantes en general.
De entrada estimó que la situación que priva en el estado y en Zitácuaro es triste, pero se percibe en sus habitantes las ganas de salir adelante.
Comerciante de toda la vida y por generaciones, Lupita Salgado, como es conocida, vislumbra el panorama económico difícil, sobre todo con la pandemia; Zitácuaro se caracteriza por el comercio, por el turismo, por la cercanía que tiene con la Mariposa Monarca y Los Azufres, sin embargo, lamentablemente, con el Covid-19 la economía ha ido a la baja.
Hay que prever, dijo, situaciones como esta para no resentir sus efectos de manera tan drástica y desde el Congreso se deben emitir o modificar cuantas leyes sean necesarias para proteger a los pilares de la economía como son micros y pequeñas empresas.
En Zitácuaro hay que desterrar, aseveró Lupita Salgado, el caciquismo, no solamente el político sino el empresarial que hace que todo gire en torno a una sola empresa, hay que trabajar para diversificar y ampliar la economía, las fuentes de empleo.
Las micros y pequeñas empresas, añadió, juegan un papel esencial en el mejoramiento económico y hay que apoyarlas disminuyendo y facilitando los trámites para su apertura. Las oportunidades de desarrollo deben ser para todas las personas y no tienen que darse nada más por apellidos, puntualizó.

Hay artesanías, conservas, ates, fruticultura, cocineros y cocineras tradicionales, es, pues, prosiguió, Zitácuaro, un espacio rico en sectores que podrían catapultar su economía, solamente ha faltado la voluntad para apoyarlos.
Un sector que tiene que ser respaldado por los gobiernos es el femenil, destacó, y hay que impulsar el desarrollo de las mujeres en todos los ámbitos porque ese tema todavía está muy cerrado y esto se acentúa más cuando se habla de las mujeres indígenas.
Se ha intentado, añadió, trabajar con la mujer indígena y algunas de ellas han destacado, sobre todo en las artesanías, pero pese a eso sigue siendo muy cerrado tanto en la visión que la sociedad tiene de ellas, como en leyes trunca que no han permitido el desarrollo integral de la mujer en todos los ámbitos.
Para Lupita Salgado es la primera vez que incursiona en la política y lo hizo porque conoció los cuatro ejes de RSP, por ser un partido incluyente.
Licenciada en Educación Preescolar, con carrera técnica como Estilista, inmersa en el ámbito música y comerciante por generaciones, “desde mis abuelos”, Lupita Salgado consideró que la educación es la base, “no hay más”.
La educación, especificó, partiendo desde casa, “familia, sociedad y gobierno son la base para llevar a cabo el cambio que se precisa en el estado y en el país”.
Desde la familia, puntualizó, también se tiene que inculcar la cultura que acabe con ese estereotipo de dejar a la mujer en segundo plano, “somos iguales”.
En este momento, aseveró, es importante, como sociedad, “qué queremos para el futuro próximo” porque se está viviendo una situación difícil en seguridad, economía, y lo que se tiene que mantener en mente es darle el valor a la vida.
Invitó a la ciudadanía a que reflexione cada una de sus decisiones, “sabemos quién es quién, a ser solidarios y alcanzar la meta de progreso que “todos deseamos”.