“No vamos a salir bien librados de la pandemia, pero podemos aminorar sus efectos, que nos golpee lo menos posible”, estableció el médico y ex diputado federal.
En estos momentos la prioridad de todos es la pandemia de COVID-19, que desencadena un montón de problemas adicionales; “en cadena viene el problema económico, problemas sociales por el aumento de la inseguridad, el maltrato infantil y la violencia intrafamiliar”, además ya estamos viviendo problemas políticos derivados de la pandemia, que atentan contra el orden de gobierno, señaló el médico Rafael García Tinajero Pérez, quien propone la unidad nacional y la implementación de una política de Estado para enfrentar la contingencia.
Así, García Tinajero consideró a la pandemia como una gran oportunidad de generar una política que tenga como finalidad combatir la propia pandemia y sentar las bases para que, una vez controlada la crisis sanitaria, “en democracia poder plantear un mejor país, más justo, más igualitario, más próspero y más feliz”.

Para el político y galeno michoacano, la manera de salir adelante tiene que ver mucho con las desigualdades en México y el mundo, donde hay personas que fallecen en la calle mientras otros son atendidos en los mejores hospitales, y sus posibilidades de morir son muy inferiores a las de aquel que no tiene seguridad social ni acceso a los servicios de salud.
Resumiendo, el médico y ex diputado federal dijo que para combatir la pandemia se requiere una política de estado, unidad y la discusión democrática de las medidas a establecer, “no vamos a salir bien librados de la pandemia, ningún país lo hará, pero podemos aminorar sus efectos, que nos golpee lo menos posible”.
Indicó que México está en condiciones de mejorar el combate a la pandemia y sentar las bases para tener un mejor país que el que hoy tenemos, pues esta crisis nos mostró los problemas que tenemos en salud, economía, en seguridad social, educación, vivienda, en desigualdad, etcétera.

De acuerdo a García Tinajero el Estado mexicano -es decir, los 3 órdenes de gobierno y 3 poderes de la unión- debe dar un golpe de timón y en coordinación entre estado y sociedad, donde no se puede culpar del todo al presidente por el manejo de la pandemia, dado que hay responsabilidades individuales en el uso de cubrebocas y respetar la sana distancia, “pero quien debe encabezar y coordinar todos los esfuerzos en este país, como si estuviéramos en guerra contra otra nación, es el presidente de la república”.
Mencionó la rebelión de algunos gobernadores y la atribuyó a que la federación les hace combatir la pandemia con un sistema injusto, poco federalista y muy centralista, donde los estados no tienen muchas posibilidades tributarias, como Michoacán, que depende en más del 90% del gobierno federal y no cuenta con recursos adicionales para enfrentar la crisis sanitaria y sus efectos, tienen que hacerlo con los mismos recursos presupuestales, pero además se recortan los presupuestos.
El problema del federalismo fiscal se hace manifiesto en una rebelión de gobernadores que expresan su inconformidad, es un problema político que surge a consecuencia de la pandemia y al que se suma la inacción de congresos estatales y el Legislativo federal, que debieran estar muy activos en sus funciones de ejercer control político y acciones legislativas, así como en su función de indagación y de representación social, generar medidas contra el COVID, “que en democracia se debata donde debe hacerse”, señaló.

Sin embargo, precisó que López Obrador no debe utilizar el tema para legitimar medidas autoritarias, sino encabezar un esfuerzo que en democracia permita combatir la pandemia, porque esta no distingue entre panistas y priístas, perredistas o morenistas; si eres católico o testigo de Jehová, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores o un indigente de una ciudad perdida, “la pandemia es muy democrática, pues no discrimina y ataca a todos”.
Refirió que ya identificados nuestros grandes déficits, pues la pandemia les quitó el velo, toca a la clase política buscar la forma de enfrentarlos en unidad, pero no debemos estar en pugna permanente ni en proceso electoral por siempre, “la política es enfrentamiento, debate y choque de ideas, la arena para ello son las campañas electorales y el parlamento, pero la política también es unidad, consenso y colaboración, y que de las antítesis surjan las síntesis adecuadas para bien de la colectividad y de nuestro país”, sostuvo finalmente.
