El diputado federal por Veracruz, Carlos Valenzuela, expresó su preocupación por los recortes al campo en el Presupuesto 2021
· Aprobación de los recortes al campo por parte de los diputados de Morena, representa una traición a la población más vulnerable
Valentín Rodríguez, creador e impulsor del movimiento ciudadano “113 por el campo”, el cual congrega a los 113 municipios de Michoacán se reunió esta mañana con el diputado federal del Partido Acción Nacional por Veracruz y actual secretario de la Comisión de Hacienda en San Lázaro, Carlos Valenzuela, para exigir que se le devuelva al campo lo que se le ha quitado y revisar el Presupuesto de Egresos 2021 en el rubro del campo.
En medio de la discusión en lo particular en la Cámara de Diputados, ambos coincidieron en que se está dejando al campo en la indefensión, pues la desaparición de programas como el crédito a la palabra, el crédito ganadero y otros subsidios, desencadena una serie de consecuencias desafortunadas, como la falta de fertilizantes, la apuesta a energías sucias y la pérdida de cosechas, que derivan en el encarecimiento de productos para los ciudadanos y la imposibilidad de competir en el mercado internacional para los productores locales.
Ambos llegaron a la conclusión de que la aprobación de los recortes al campo por parte de los diputados de Morena, representa una traición a la población más vulnerable de Michoacán y de México. Para el empresario aguacatero, lo importante es que el gobierno entienda que se deben dar apoyos a mujeres y hombres que se dedican al campo, no solo dádivas, porque durante la pandemia, la agroindustria ha seguido sacando a flote la economía del país, pero también ha sido una de las más afectadas por el Covid, con miles de fallecimientos que han pasado desapercibidos para el gobierno de López Obrador.
“El campo no tiene colores”, expresó el grupo de ingenieros que acompañaron al exalcalde de Tacámbaro, por eso las y los diputados deben de dar un recurso suficiente; también recordaron que la actividad agroindustrial y acuífera emplea a más de 150 mil familias en Michoacán y muchas otras en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas.