* Hugo Rodríguez, sufrió el calvario del nazareno, en exitosa demostración del Grupo Semana Santa Indaparapeo
Omar Aguilar López
Con un realismo que estremeció a toda la comunidad católica, especialmente a los más pequeños, unas 10 mil personas acudieron a la representación del Vía Crucis en Indaparapeo, en donde nuevamente Hugo Rodríguez, sufrió el calvario del nazareno, en una exitosa demostración del Grupo Semana Santa Indaparapeo.













Cientos de habitantes y turistas de diferentes partes de Michoacán y de algunos estados vecinos, acudieron este Viernes Santo a Indaparapeo, en donde se escenifica una de las mejores representaciones de la Pasión de Cristo en Michoacán, que en esta ocasión contó con un recorrido hasta el Cerro de La Cruz, de la colonia Miguel Hidalgo, en un cambio de escenario que dividió opiniones, pero que sin duda cumplió con las expectativas.







Luego de dos años de confinamiento por la pandemia, la feligresía católica acudió a Indaparapeo a presenciar el calvario de Jesucristo y a derramar su sangre para el perdón de los pecados del mundo, como Él mismo lo señaló a sus apóstoles en la Ultima Cena.




















“Aquí tienen a su falso profeta”, “Por qué no te salvas con un milagro si te dices Dios” o “Dónde están ahora tus 12 amigos y los miles de seguidores que te adoraban”, fueron los gritos que los soldados romanos le profirieron al Hijo de Dios en su camino a la cruz, mientras lo azotaban y provocaban las tres caídas que citan los textos bíblicos, luego de ser juzgado y sentenciado, con Pilatos lavándose las manos para quitarse culpas, mientras el vulgo liberaba a Barrabás.






El Mesías de Indaparapeo fue Hugo Rodríguez de nueva cuenta y junto con sus compañeros del Grupo Semana Santa Indaparapeo, coordinados por Lila Guerrero, cumplió con creces la encomienda, metidos fielmente en sus diferentes personajes y con un vestuario y utilería dignos de la representación de la Pasión de Cristo, lo cual nuevamente confirmó a Indaparapeo como uno de los lugares preferidos en el Viernes Santo por el turismo nacional.





















Con evidente cansancio y padeciendo los azotes de los soldados romanos, el nazareno llegó al Cerro de La Cruz, el Gólgota bíblico, donde fue crucificado con los ladrones Dimas y Gestas a sus costados.





















































































“Padre, ¿por qué me has abandonado?”, exclamó el nazareno antes de morir en la cruz, desde donde poco antes, también pidió a su Padre perdón para quienes no sabían lo que hacían con el Hijo de Dios.


Al final, sólo la Virgen María y algunos apóstoles se quedaron para recoger el cuerpo del Salvador del Mundo que resucitaría al tercer día.




