Los días 26 y 27 de octubre, el poblado de Patamban celebrará la cuadragésima edición del Concurso Local de Alfarería, que contará con una bolsa de 90 mil pesos en premios y se espera la participación de 70 artesanos, con una inscripción de alrededor de 120 piezas, informó Cástor Estrada Robles, director de la Casa de las Artesanías (CASART).
Durante conferencia de prensa, el director de CASART expuso que el concurso otorgará un total de 43 premios en distintas categorías, abarcando trabajos en barro y otras ramas de la alfarería, con ello, se busca aportar a revalorar la tradición artesanal que caracteriza a la localidad con cabecera municipal en Tangancícuaro.

También, explicó que este año el concurso se realizará antes de la celebración de la Noche de Muertos y el concurso artesanal de Pátzcuaro, fechas en las que usualmente se celebraba, pues con ello se pretende dar mayor visibilidad a Patamban y posicionarlo como un destino de interés turístico e institucional.
Por su parte, el presidente municipal de Tangancícuaro, Arturo Hernández Vázquez, comentó que el concurso se enmarca en las festividades de Cristo Rey, que se celebran el último domingo de octubre. Además, el evento se complementará con diversas actividades culturales y exhibiciones, entre ellas las tradicionales alfombras naturales, una de las más destacadas muestras culturales de la región, elaboradas con elementos del entorno natural.

Hernández Vázquez expuso que en este evento Se espera entre 10 mil y 15 mil visitantes, tanto nacionales como extranjeros, quienes podrán disfrutar de la riqueza cultural y artesanal de Patamban. Con esta edición del Concurso Local de Alfarería, Patamban no solo preserva sus tradiciones, sino que también se consolida como un espacio que invita a valorar y adquirir piezas artesanales, reconocidas por su autenticidad y calidad, mientras impulsa el turismo y apoya a los artesanos de Michoacán.
Por otro lado, Guadalupe Agustín Gil, artesana de la alfarería, expresó su preocupación por la situación económica de los artesanos, quienes enfrentan regateo y falta de comprensión por parte de algunos compradores que buscan pagar menos por sus piezas, lo cual dificulta que los creadores puedan vivir dignamente de su trabajo. Para ella, el concurso representa una oportunidad para que el público valore el esfuerzo y dedicación detrás de cada pieza, promoviendo así una cultura de consumo más justa y respetuosa hacia los artesanos locales.

Asimismo, reveló que la cantidad de artesanos de la comunidad se habría reducido aproximadamente un 50 por ciento para comenzar a realizar labores de campo en la agroindustria de las berries o aguacate, pues además de representar un pago seguro de salario, este representa más del doble o triple de una pieza artesanal.





