Siguiendo la tradición que celebra el tiempo de los buenos frutos, hoy en este municipio de la región de la tierra caliente, en donde el sudor de las personas, por el trabajo diario y como respuesta a la naturaleza misma, es parte de la forma de regar y cultivar los sueños y esperanzas de una población que se forja en la adversidad de un clima extremo y que sin embargo es elemento para producir de mejor calidad los productos que estarán en la mesa de los mexicanos.
Hoy celebramos la Feria del Melón, así como en Apatzingán celebran la Feria del Limón, en Gabriel Zamora la Feria del Mango o en Uruapan la Feria del Aguacate, por dar unos ejemplos.
Esta Feria del Melón, es una oportunidad para recordar parte de la historia y de los sueños de nuestros pueblos, que siendo parte del sistema de los ríos Balsas y Tepalcatepec han desarrollado formas de producción que son parte muy importante para el desarrollo social, a partir de nuestro ayer, en el presente y nos impulsa a luchar por un futuro de más y mejores oportunidades para todos.

Un personaje importante en la historia de México, es el General Lázaro Cárdenas del Rio que supo materializar el sueño de los pobladores de esta región al entregarles estas tierras y como Vocal Ejecutivo del sistema Balsas-Tepalcatepec, desarrollo una infraestructura y la cultura para el aprovechamiento del recurso hídrico y dar lugar al emporio agrícola de esta región del estado de Michoacán.
En un tiempo más distante, pero de gran trascendencia, Don José María Morelos y Pavón, que como sacerdote y residente en el curato de la Huacana soñó y con sus sueños supo involucrar al pueblo para que lo acompañasen en la lucha por la independencia de México y con ello alcanzar mejores condiciones para los habitantes no solo de esta región sino de todo México, fue tanta la identidad de Morelos con el pueblo llano, con los indígenas y feligreses que llegó a bañarse desnudo en las aguas del rio Huamito, como todos los demás y se confundía con ellos, fue tan grande su acercamiento con los hombres y mujeres trabajadores del campo, que en épocas de siembra y cosecha los acompañaba, escuchando y conversando por largas horas debajo de un frondoso pinzan, de un mezquite, de una cagüinga o de una parota, y de ahí en una síntesis de sueños, aspiraciones y esperanzas, fueron el crisol para inspirar los sentimientos de la nación; de estos hombres y mujeres peones del campo, nació el compromiso agrario de Morelos, que exigiría tiempo después en decretos que la tierra se repartiera en sus verdaderos dueños, los indígenas que son los que las sembraban y a los que los españoles y hacendados habían despojado.

Morelos fue el primer agrarista y continuaría su legado tras largo tiempo después Emiliano Zapata en la Revolución, quien se hizo acompañar de los de debajo, de los descamisados, los pobres de los pobres, como los llamo Mariano Azuela en su novela a los trabajadores del campo.
Morelos con ese gran respaldo popular del calentano leal y valiente, organiza el ejército insurgente del Sur, que convoca al Congreso de Chilpancingo en 1813 y ante el asedio de las fuerzas del Virrey se traslada a Apatzingán y el 22 de octubre de 1814, el Congreso Constituyente sanciona y da a conocer el Decreto para la Libertad de la América Mexicana. Nuestra primera Constitución Política, registro de nuestro origen constitucional como nación libre y soberana.

Sin duda esta feria del Melón, es un llamado al compromiso social con los sueños de quienes habitan esta región, que quieren seguir impulsando el desarrollo, pero necesitan el financiamiento institucional, primero para acrecentar el aprovechamiento de tierras que no se cultivan por falta de infraestructura hidráulica, además de infraestructura agroindustrial para darle valor agregado a la producción frutícola de la región, como el melón, el mango, el limón, por eso el persistente repicar de campanas de los calentanos, que es un llamado a la autoridad para que atiendan esta prioridad de construir un corredor agroindustrial además del acrecentamiento de infraestructura piscícola que traería mejores condiciones a sus habitantes, y en lo que se logra esta tarea, es importante implementar un programa emergente de ayuda social en temas de salud, alimentación y material pesquero para los rivereños de la presa el infiernillo, esto es urgente y para ello sin duda se contará con la gente comprometida y las autoridades municipales de esta región.

Hoy los hombres y mujeres calentanos comprometidos con esta región, agrícola y piscícola, debemos acudir al liderazgo del Gobernador del Estado Alfredo Ramírez Bedolla quien ha dado muestras de apoyo a todo este tipo de iniciativa social, ya que con ellas se promueve la mejora social lo que sin duda es una continuación de los sueños e ideales de José María Morelos, del general Cárdenas del Rio y de los productores y hombres y mujeres calentanos que aman estas tierras, que con su acción cotidiana abonan para un mejor mañana.
En esta región se expresa a cabalidad el poema de Machado “caminante no hay camino, se hace camino al andar” que sumado a Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, en la Huacana hicieron camino al andar y modificaron las circunstancias para desarrollar una sociedad trabajadora que nos llena de orgullo.


En el corazón de los pobladores de esta región, el ritmo del caminar, de los pasos de Morelos que siguen inspirando a todos para lograr la patria de nuestro origen, que sustentaba que la educación debía ser la misma que recibiera el hijo del rico y del jornalero y que solo la virtud y el vicio nos distinga.