*Presentó su libro: “Reorientación del derecho penal en México México (No al Derecho Penal del Enemigo)”, en el auditorio del IFIJUM
El aumento de penas no está resolviendo la problemática delincuencial, porque en la actualidad aumentan más los delitos y la forma y saña con que se cometen, explicó el Dr. Félix López Rosales, al presentar su libro: “Reorientación del derecho penal en México México (No al Derecho Penal del Enemigo)”, en el auditorio del Instituto de Formación e Investigaciones Jurídicas de Michoacán (IFIJUM).

Ante una audiencia integrada por docentes, investigadores, jueces y autoridades estatales y municipales, además de su familia y del rector del IFIJUM, Rafael Luviano González, además del Dr. Víctor Barragán Benítez, el Dr. López Rosales conversó un poco de las preocupaciones en torno al derecho penal que aborda en su obra durante siete capítulos.
“Pedimos que haya una justicia social en donde la prevención del delito sea efectiva, que la procuración de justicia sea eficaz, que la administración de justicia sea en realidad justa, en donde cada una de las personas que cometa un delito, tenga que pagar por él y tendríamos que hablar de penas humanizadas, porque ahora vemos penas denigrantes, deshumanizadas, además de culminar con la desigualdad social, donde tiene que prevalecer el Estado de Derecho y prevalecer también la vigencia de las instituciones, porque parece en la actualidad que todos estamos desacreditados, donde hay una lucha contra la delincuencia, pero también entre gobernantes y gobernados”, explicó.

“Estamos viendo en la actualidad, que desde hace unos 20 o 30 años, nuestros legisladores, para dar respuesta a los clamores sociales, van aumentando las penas de prisión, pero una cosa es que se aumenten en los códigos 40, 50 años de prisión y otra que disminuyan los delitos y los delincuentes con esas penas que vemos en los medios de comunicación hasta de 400 años de prisión, porque pareciera ser lo contrario, porque aumentan más los delitos y la forma y la saña con que se comete el delito”.
“El libro surge al analizar de qué manera el Estado trata de resolver la problemática social, a veces creando programas o generando más leyes. Hacemos también un análisis de la situación de las personas que están dentro de las cárceles y nos damos cuenta que es muy difícil, muy complicado que el individuo que cometió delitos graves lo reconozca y se reinserte a la sociedad”, dijo en un abarrotado auditorio.
También se enfocó en las victimas y su peregrinaje en busca de justicia: “Otra preocupación que manejamos es de acuerdo a las víctimas, quienes siempre quedan en el desamparo, por mucho que se diga que la víctima ocupa un lugar predominante dentro de los juicios, vemos que a la víctima ahora le cuesta más, aún cuando se exige que se le repare el daño en la sentencia, eso es lo menos que le importa al agresor porque sabe que no va a salir de prisión”.

“Otra de las cuestiones que también abordamos es el estado que guardan las personas enfermos mentales que están dentro de las cárceles, por experiencia, si llegábamos a tener hasta 44 enfermos mentales, algunos con 8 años presos y con un proceso todavía paralizado, en el limbo, porque no tuvieron la capacidad de estar presentes en las audiencias para defenderse, así que en el libro preguntamos: qué pasa con estas personas”.
“¿Qué hacemos al final, por qué queremos que se reoriente el derecho penal?, porque el aumento de penas no está resolviendo la problemática delincuencial. Estamos pidiendo que el Estado ponga más atención en de qué manera se tiene que ir haciendo un nuevo trabajo en los tres órdenes de gobierno para ir reeducando a la sociedad, ir buscando nuevas formas o programas en las que el ser humano se sienta bien con otro ser humano, más cuando desde las altas esferas del poder se azuza a la violencia, se genera odio contra ciertos sectores de la población”, indicó.
Por su parte, el Dr. Barragán Benítez, destacó la utilidad que tendrá esta obra para la academia: “es un texto muy recomendable, de consulta obligada para la academia; costa de 7 capítulos, donde se abordan dos caras de una misma moneda, porque habla de conceptos que el doctor Félix maneja correctamente y lo hace con la orientación del derecho penal liberal”.

En un sistema democrático como el de México, esa tentación por el derecho penal del enemigo está presente, cuando menos desde el 2006 a la fecha, con una alta investigación diferenciada, con un proceso diferencial, con una reinserción negada para el derecho penal, pero además con penas vitalicias”.
Agregó que: “Uno entiende que el Estado tiene la gran responsabilidad de brindar paz, seguridad y de combatir el delito, pero el derecho penal del enemigo desde la orientación del derecho civilizado y moderno, es una negación al Estado de Derecho”.
El Dr. Jean Cadet Odimba On’Etambalako Wetshokonda, docente e investigador de la Facultad de Derecho, de la UMSNH, también destacó la utilidad que tendrá esta obra para la academia: “es un texto que genera mucha reflexión entre la comunidad jurídica, entre las instituciones e incluso en la vida cotidiana de cada uno de nosotros”.


“Es un símbolo de las reflexiones, de las preocupaciones del doctor Félix López que compartimos; ha alcanzado un nivel filosófico suficiente para ser considerado hombre de Estado, a partir del momento en que ya ve las cosas desde un panorama más amplio”.
“Para que nosotros podamos vivir en armonía, ese nivel de tolerancia, el filtro para analizar las circunstancias y poder tomar una decisión, viene en este libro, lo van a disfrutar, de eso estoy seguro, yo ya lo disfruté así que mi recomendación es única: téngalo como un libro de cabecera”.
Rector del IFIJUM, Rafael Luviano González resaltó que el trabajo del Doctor, Felix López Rosales, ha realizado desde su doctorado y postdoctorado, motiva al resto de especialistas para que continúen con su preparación y la divulgación del conocimiento jurídico que pueda sumar a lo que ya se hace y existe.

Señaló que el material presentado expone cómo es el derecho penal, cómo se da, cómo surge, cómo intervienen las distintas instituciones, cómo participa el estado y la sociedad “en un estado de derecho compartido, por fuerza, entre gobernantes y gobernados. No se puede hacer para un lado esto, independientemente de que se puede considerar el derecho penal como un derecho privado, no, no es más que otra cosa que un derecho civil”.

Asimismo, consideró que el autor logró un compilado de dicha información en 286 páginas de su libro, con un sentido humanitario en sus letras, que sirve a la esfera jurídica incluso a nivel nacional e internacional, con una comprobación del trabajo plasmado, que permite demostrar que el estado mexicano debe cumplir con el estado de derecho a los ciudadanos.








































