A nombre de todas y todos los que integramos el Instituto Electoral de Michoacán:
- Saludo con profundo aprecio y respeto a quienes integran el presídium
- De manera particular, al Ing. Julio Alberto Arreola Vázquez, Presidente Municipal por su gran generosidad y apoyo, y a su extraordinario equipo que sin duda han sido fundamentales para que estemos hoy aquí.
- A todas y todos quienes nos acompañan. Gracias de corazón.
Mensaje
En los últimos días, han salido a la luz algunos ejercicios que dan cuenta del estado en el que nos encontramos en términos de cultura cívica y democrática, por un lado, la Consulta Infantil y Juvenil 2021 impulsada por el INE, en términos generales destaca la preocupación de las y los niños, así como de las juventudes en temas de cuidado al medio ambiente, el maltrato animal, discriminación, acceso al internet como derecho, igualdad de condiciones para estudiar, y particularmente piden se les consulte y puedan opinar sobre leyes de su interés. Igualmente consideran el respeto como valor para lograr la igualdad entre hombres y mujeres; por su parte, la Consulta Nacional a Niñas, Niños y Adolescentes 2022, ¿Me escuchas?, realizada por el gobierno federal, destaca que, lo que más hace feliz a las y los niños es convivir con su familia, y después jugar.

Lo que más les preocupa es la violencia y el maltrato, y después la contaminación y el medio ambiente. Les gusta platicar más con la mamá, luego con sus amigas y amigos, y en tercer lugar con los papás. Quieren que los escuche su familia, pero en segundo lugar quieren que los escuche el gobierno y las autoridades.
La mayoría consideró que promoviendo y defendiendo sus derechos humanos es la mejor forma de participar (esto también se destaca en la consulta infantil y juvenil) y también consideraron el cuidado del medio ambiente como una forma de participación. Y para ellas y ellos México es cultura, es bonito, amor, libertad, su casa y muchas otras cosas más.
Por último, el Informe País 2020, también del INE, más enfocado a los adultos, da cuenta que la propia democracia no las trae todas consigo, que la desconfianza sigue presente, se percibe un déficit en la representación política, la participación ciudadana y política es baja, al tiempo que también se identifican trastornos de la democracia con temas añejos como la corrupción y la discriminación; aunque también hay que reconocer que, en términos de la formación de una ciudadanía temprana, la propia ENCUCI 2020 muestra que, en el rango de 15 a 17 años de edad, la convicción de que la ciudadanía se expresa en el ejercicio de los derechos, alcanza un umbral del 40.1%.

Ciertamente con estos datos pareciera que no son tiempos sencillos, pero también es evidente que estamos frente a infancias y juventudes que comienzan a reclamar su espacio: la sola conciencia de sus derechos humanos y su exigibilidad (percepción que coincide en los tres ejercicios) no es menor, por ello, la trascendencia de que el día de hoy, las niñas y niños así como las juventudes se apoderen de este espacio público, de esta bella plaza; por ello la importancia de que las autoridades de gobierno y las autónomas sumemos esfuerzos y convicciones en temas tan centrales para la vida democrática; por ello, la relevancia de tener hoy aquí a institutos electorales locales refrendando nuestro compromiso como instituciones públicas del Estado mexicano y reivindicando el carácter práctico de la educación cívica a través de sus buenas y mejores prácticas; por ello, lo destacable de que hoy reconectamos con la sociedad civil y con la academia en esta noble tarea, pero sobre todo, porque hoy habremos de darnos la oportunidad entre todas y todos, de retroalimentarnos con generosidad y humildad para juntas y juntos impulsar una educación cívica libre de adultocentrismos que nos permita incidir de manera efectiva en la formación de una ciudadanía plena en nuestras infancias y juventudes, una ciudadanía libre, participativa, exigente, deliberante, respetuosa, tolerante, apegada a los principios y valores democráticos.

Sigo creyendo con el paso de los años que ese es el camino, seguramente no es el único, pero si el principal. Tal vez todo esto, por los tiempos que respiramos, pueda sonar a una Utopía, pero afortunadamente, también eso, hoy está a nuestro favor, porque precisamente estamos en la tierra en donde las Utopias se vuelven realidad, porque aquí fue en donde Tata Vasco de Quiroga, el Obispo de Utopía hizo posible el pensamiento de Tomás Moro y fundó los pueblos-hospital basados en el trabajo colectivo para la construcción del bien común. Porque fue aquí en donde maduró su pensamiento humanista basado en el reconocimiento, respeto y promoción de los Derechos Humanos. Porque fue aquí en donde fue enfático en jamás excluir a la mujer de la actividad productiva. Protegió la unión familiar y fortaleció el tejido social. Porque fue aquí en donde se esforzó a aprender el idioma de nuestros indígenas para poder instruir a la niñez en la lectura, gramática y escritura. Porque aquí impulso la educación gratuita, y prueba de ello es la instauración del Real Colegio de San Nicolás de Obispo en 1540 y que es el origen de lo que hoy es la benemérita y bicentenaria UMSNH.

Pero Tata Vasco de Quiroga no caminó solo en la búsqueda de esa Utopía, se dejó cobijar por la nobleza de un pueblo que es la esencia de los que somos nosotros hoy como sociedad. Un pueblo que hoy en día desde su cosmovisión purépecha sigue viviendo sus valores arraigados a lo largo de los siglos. Un pueblo orgulloso de su cultura que también hoy, con humildad nos viene a enseñar la importancia de los principios y valores en sus comunidades indígenas. Tata Juan Alvarez nos platica que (y cito): Los buenos principios no eran adquiridos en enseñanzas doctrinales, estos comenzaban desde el mismo nacimiento; las madres principalmente, formaban a los niños enseñándoles los buenos principios, para que los niños se fueran formando desde pequeños a desarrollar los buenos sentimientos, que más adelante serían las bases de los buenos principios. Era muy importante que cada familia desarrollara los buenos principios, así como el cumplimiento de las reglas existentes en la comunidad, ya que de esta forma se tenía una sociedad más humana y más justa. Para nuestra cultura (dice Tata Juan) los buenos principios fueron las bases para la formación de buenas familias y por ende una mejor sociedad. Estos buenos principios siempre han sido parte de nuestras vidas desde épocas ancestrales y forman parte de la Kaxúmbekua. (fin de la cita, seguramente les sonó familiar sobre lo que estamos hablando, gracias ursu)

Pero cuáles son esos buenos principios, pues bien, la Kaxúmbekua significa respeto, bondad, servicio, higiene, protección al medio ambiente, honestidad, tolerancia, compromiso, amor, entendimiento, hablar en voz baja, humildad, conciencia, buenas acciones, compasión, perdón, agradecimiento, solidaridad, sabiduría, honorabilidad, y buena relación entre todos.

Por todo lo anterior, desde el Instituto Electoral de Michoacán de la mano de todas y todos ustedes, les invitamos a que hoy demos vida a la utopía de celebrar una Kaxúmbekua cívica que nos permita reafirmar el camino para la construcción de una mejor sociedad como la que se merecen, y como la que nos exigen nuestras niñas, nuestros niños y nuestras juventudes.