El Subsecretario de Enlace Legislativo y Asuntos Registrales del Gobierno de Michoacán, Humberto Urquiza Martínez, aseguró que la violencia sexual se debe combatir desde todas las instituciones del estado, para lograr un cambio integral en la sociedad, ello en el marco del Foro “Violación y Reinserción Social: una propuesta integral”
En un contexto como el que vivimos, la violencia sexual se tiene que atender desde un enfoque integral en el que todas las instituciones del Estado trabajen desde diferentes frentes para combatir y erradicar esta conducta, que flagela el tejido social y genera consecuencias difíciles de avizorar.

No sólo se necesita fortaleza en la legislación para modelar los tipos penales y las penas que acompañan esta conducta delictiva, sino también fortaleza institucional de quienes persiguen los delitos para tener sensibilidad con las víctimas investigando a profundidad a los posibles responsables de cometer estas conductas ilícitas, pero también se necesita acompañamiento e instituciones fortalecidas desde el ejecutivo del Estado y órganos autónomos (como la CEDH) para coordinar acciones de prevención y dar a conocer las consecuencias que un delito como la violación puede tener para los perpetradores.

A propósito me gustaría comentarles que actualmente se ventila en la Corte Interamericana de Derechos Humanos un caso con el potencial de cambiar (a través del control difuso y análisis de regularidad convencional) las aproximaciones sobre el delito de violencia sexual perpetrado sobre una menor de edad en Bolivia. En este caso la víctima cuenta que los profesionales que le realizaron el examen forense se burlaron de ella, la fiscal la culpó por la violación y el juez redujo la acusación de violación a estupro, un delito presente en otras legislaciones penales de Latinoamérica (y lamentablemente en nuestro Estado) y que conlleva una pena menor. De este modo, toda la infraestructura estatal se vuelve en contra de las víctimas, tachándolas de mentirosas, culpando a las niñas y a las adolescentes de haber hecho algo para ser merecedoras de esa violencia.

Entre las peticiones presentadas ante la Corte Interamericana en este caso está cambiar la definición del delito de violación para que esté basada en la falta de consentimiento y no en el uso de la fuerza porque deja por fuera situaciones coercitivas donde el uso de la fuerza no está presente, como en las relaciones incestuosas, de abuso de poder o cuando la víctima está bajo el efecto de sustancias.
Lo anterior no es menor y son sin duda consideraciones que debemos tomar en cuenta si, como es la intención de este foro, queremos abordar a la violación y la violencia sexual desde un enfoque integral, por lo anterior felicito nuevamente a los organizadores del foro, esperando que sus frutos ayuden a construir un mejor estado.