A pesar del aumento exponencial de casos de COVID-19 en el estado de Michoacán, autoridades sanitarias no han tomado cartas en el asunto para disminuir la movilidad y favorecer frenar la curva de contagios en el estado.
Aunque actualmente Morelia es el epicentro de la pandemia en Michoacán, el Ayuntamiento encabezado por Humberto Arróniz Reyes, no ha declarado que medidas han de tomarse para que la capital michoacana no se vea obligada a volver a la inactividad como a principios de la pandemia, además de que el comité municipal de salud no ha vuelto a sesionar, a pesar de los aumentos exponenciales.
Hasta ahora, únicamente se han declarado dos medidas principales en la capital michoacana, la cancelación de eventos masivos como conciertos, bailes, jaripeos, fiestas patronales, etc., así como el cierre de bares y antros a las 23 horas de jueves a sábado, y el aforo reducido en lugares de esparcimiento como restaurantes, bares, balnearios, cines, hoteles, espacios turísticos y de culto.
Sin embargo, hasta ahora esas medidas no han mostrado resultados favorables, como en meses anteriores cuando las plazas públicas fueron cerradas para evitar aglomeraciones, o el cierre de negocios no esenciales y ley seca los domingos.
Respecto a la instancia estatal, el Comité Estatal de Salud ha sesionado a puertas cerradas, es decir, sin acceso a prensa, limitándose a informar la intensificación en la campaña de difusión de medidas sanitarias, sin mencionar medidas sanitarias para visitantes internacionales, entradas comerciales por el puerto; incluso, hace algunas semanas se reactivaron campañas de difusión turística, invitando a los ciudadanos a viajar dentro de Michoacán, dejando de lado la gravedad que ello puede implicar.