El gobierno no debe ver a las organizaciones civiles como enemigos sino como aliados en la construcción de un desarrollo socioeconómico sostenido, aseguró Carlos Torres, aspirante a la candidatura a la presidencia municipal de Zinapécuaro por el partido Redes Sociales Progresistas (RSP), quien agregó que los jóvenes son el presente y hay que apoyarlos ya para crear un mejor mañana.
Ha venido creciendo, dijo, a través del trabajo que por más de seis años ha realizado desde la sociedad civil lo que le ha permitido conocer los problemas del municipio, pero también las alternativas para solucionarlos.
A partir de esa experiencia, indicó, decidió incursionar en la actividad política porque se percató de la grave separación que existe entre sociedad civil y gobiernos, y fue RSP quien le abrió las puertas.

Ese puente, dijo, está muy frágil debido al celo de los gobiernos hacia el quehacer de organizaciones civiles.
En la relación asociaciones civiles-gobiernos, resaltó, hace falta madurez política en la administración pública que las ve como enemigo político por la cantidad de personas que apoyan y por la persuasión que tienen, pero, aseveró, hay que verlas como un tercero en el cual se puede confiar y apoyarse para coadyuvarse en un desarrollo conjunto.
Nunca ha tenido, ni tiene, cargo público alguno, pero el trabajo social que ha venido realizando lo llenó de los conocimientos necesarios para tener un diagnóstico socio-económico de Zinapécuaro y detectar tanto los problemas particulares que vive cada uno de los sectores como las soluciones.

Puntualizó que uno de los problemas más fuertes de Zinapécuaro, compartido con Hidalgo, es el de la salud derivada de la gran cantidad de metales pesados que hay en el agua lo que ha generado, en ambos municipios, muchos casos de insuficiencia renal.
Hay otros temas, añadió, como el turismo y la educación y en este último caso los jóvenes enfrentan la falta de oportunidades para su crecimiento y esto motiva la emigración hacia otras ciudades y estados.
Los jóvenes, prosiguió, por lo tanto necesitan que el municipio busque la manera de que ese potencial humano permanezca en Zinapécuaro y la mejor manera de hacerlo es propiciar el establecimiento de empresas.

Están hartos de la política porque les han quedado a deber mucho los políticos y no los proveen de las herramientas para su crecimiento, para catapultar su potencial e impulsar los proyectos que tienen en cada uno de los sectores de la economía, aseguró.
Hoy es el momento de apoyarlos, porque los jóvenes no son el futuro, son el presente y para mejorar su mañana hay que actuar de inmediato a favor de ellos.
Faltan, subrayó, muchísimas fuentes de formales de empleo porque Zinapécuaro se desenvuelve mucho en la informalidad y escasean las empresas.

Hay, añadió, una gran amistad con el empresario Abraham Sánchez Martínez, candidato de RSP al gobierno de Michoacán, y con él han platicado sobre cuáles pudieran ser las mejores opciones para el desarrollo y progreso del municipio.
Hay oportunidades, agregó, en el campo, turismo, pesca, fruticultura, ganadería, son muchas las áreas que se pueden explotar para generar las oportunidades que los jóvenes, y en general los habitantes del municipio, demandan.

Ejemplificó con la fruticultura de la que destacó la elaboración artesanal de licores y mermeladas de gran calidad, pero, expresó, se precisan agroindustrias que le den valor agregado a la fruta y, a la vez, creen fuentes de empleo.
La pandemia, resaltó, dañó uno de los sectores claves de la economía de Zinapécuaro, el turismo. Los balnearios sufrieron la crisis, pero también la festividad religiosa del Señor de Araró que atrae una gran cantidad de visitantes que generan una derrama económica impresionante y “que la hemos tenido restringida estos dos años”.